La pérdida de árboles en nuestra ciudad ha aumentado su lista con la Tríada de la Estación, esos tres chopos tan bien avenidos que no levantaban aceras ni casi ocupaban el lugar de un coche.
Desde la poda del 2015 a su desaparición hemos seguido su evolución. En este octubre ya se detectó la sequía en uno de ellos, en UNO de ellos. Hoy ya no hay ninguno. ¿Por qué?, ¿espacio para el siempre sediento parque móvil turolense?, ¿sustitución por arbustos de poco porte y menor complicación?
La poda ha seguido su hoja de ruta y se ha pasado a los jardines de la Estación, allí otra acacia ha caído por la exacta y potente motosierra que la ha reducido a troncos que yacen en su ataúd.
Cuidado, quizás la sierra equivocó su destino y quería actuar sobre la tan denostada morera a pocos metros, esa que ensucia la acera porque no es estéril, porque es árbol, porque vive.