El Aesculus hippocastanum empezó a poblar los jardines en el siglo XVII, de ahí pasaron a los parques que se fueron implantando poco a poco en el urbanismo. En Teruel se identifica su presencia especialmente en la Escalinata y en la Avenida de Zaragoza (aunque estos son más recientes pues anteriormente eran álamos). Recientemente se han introducido en otras zonas (carril peatonal del Calvario a la perimetral) y se han incorporado variedades de color rosa (plaza del Seminario). Ahora es el momento de observar el código de colores que sus flores establecen para identificar si ya se ha agotado el nectario y han sido polinizadas. Las guías del nectario son amarillas si están disponibles (color que llama la atención de los insectos) que se tornan rojas si se han vaciado (color que no reconocen las abejas).
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