El Puente de la Reina se ha convertido en un embudo a su paso bajo él. Las necesidades de circulación han ido ensanchando hasta donde se puede en un antes y un después laderas que van desmoronándose.
A este lado contribuyen a la lentitud del deterioro estos firmes contrafuertes. Llegará el día en que cemento supla una función que hacen gratis ellos.
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