No tenemos muchos elementos para deducir que es un chopo, ni fotos que lo hayan retratado, por no tener este árbol no tiene ni corteza; pero su porte rectilíneo, cilíndrico (casi parece un poste), su madera de estrías verticales y la blancura de su materia nos inducen a pensar que se trata de un chopo. Si está en este blog de pobres árboles singulares es porque es uno de los más pobres (pasa totalmente desapercibido) y el más parecido a lo más singular, el uno.
Alguien debió de pensar que sus raíces dañaban al edificio que en otro momento fuera una fábrica de zapatos (quizás construido a la vez que la plaza de toros hacia 1935) o que su sombra era excesiva, el caso es que aquí lo tenemos muerto y desnudo cuando todavía era un árbol joven. Plantea el enigma de por qué se le ha "amnistiado", sin uso, sin utilidad, sin presencia, como un tótem mudo y descarnado. Un árbol ahorcado.
Precioso el texto y preciosas las fotos.
ResponderEliminarDesnudo y solo, y ahí está. Un buen árbol al que arrimarse.