sábado, 15 de agosto de 2015

SOPHORA DEL HOSPITAL DE SAN JOSÉ


Las soforas del hospital de San José probablemente sean las pioneras de su género en la ciudad. Aunque su llegada a Europa desde la lejana China de manos del jesuita D' Incarville (que también introdujo el ailanto y la koelreuteria, todas habituales en los paseos europeos actuales) se remonta a 1747, este género lo hizo tímidamente y en jardines muy especiales. En España se cita en 1880, pero es cita, no divulgación que quizás sea ya a mediados del siglo XX. Proporcionan sombra, floración espectacular, olor delicioso y todo con un crecimiento rápido. Perfecto para ser árbol ciudadano a no ser por estar catalogado como especie alóctona invasora. Desde luego en Teruel no, hay algunos ejemplares vistosos como el del mercado, la antigua carretera de Cuenca o los desaparecidos de la subida al cementerio (y hoy rebrotados), pero nunca en tal abundancia o inoportunidad como para desplazar a otros. Y los árboles más gruesos y poderosos están en la entrada al hospital de San José. Dos inconvenientes se detectan: es una especie venenosa (pero nadie se la come) y sus frutos pegajosos ensucian el suelo al caer.
Ahora, en verano, están en flor, cuando el resto de los árboles se encargan de engordar sus frutos.
Enclave en 1957 y en la actualidad

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